Ha sorprendido la noticia estos días sobre la posibilidad de que el gobierno otorgue el permiso de residencia a aquellos extranjeros que compren una vivienda nueva de más de 160.000€.
Rápidamente se empiezan a oír muchos comentarios al respecto por lo llamativo de la misma, desde la opinión de que hay que vender el stock edificado existente a la acusación de que es poner España a subasta.
A nuestro leal saber y entender, se ha optado por una decisión cortoplacista sobre la que aún no tenemos claras las consecuencias. Este tipo de actuación es típica del modus operandi patrio, pues si necesitamos apagar un fuego, a vaciar el pantano, pues de ese problema ya nos ocuparemos más tarde.
No hace tanto, se produjo en España una regulación masiva de inmigrantes solo porque entonces lo importante era conseguir ampliar la base de cotizantes a la seguridad social. Para los no iniciados, en España las pensiones y seguros sanitarios de la gente que ya no trabaja se hace contra el pago de los que sí lo hacen, suponiendo que dentro de 30 años ya habrá otros trabajadores que pagarán por quienes lo hacen ahora. En el sector privado se parece mucho a lo que se denomina fraude piramidal, pero el estado lo afronta sin despeinarse. Claro que cuando trabaja poca gente, como ahora, pues se nota la ausencia de liquidez...
No nos desviemos. Entendemos que para entender esta noticia un tanto llamativa hay que tener en cuenta varios datos:
- El acumulado de vivienda nueva en España superaba a inicios del 2012 las 670.000 mil.
- Se espera una reducción del 10% de la población y aumento de las personas mayores en los próximos 40 años
- El Estado está creando un "banco malo" que va a comprar activos inmobiliarios con una sustancial rebaja.
Así que alguien ha debido pensar que si se genera un incentivo para vender inmuebles a inmigrantes con un precio mínimo de 160.000€ se solucionan diferentes problemas: se crea una demanda al acumulado inmobiliario por medio de un incentivo que pr sí mismas las viviendas no tienen; el banco malo vende con beneficios (una vivienda tipo de 90m2 a 160.000€ sale muy por encima del precio medio). Además, el que compra es con ánimo ve venirse a España a vivir, ergo viene con sus ahorros y tributará aquí, así que en el caso hipotético que se vendiera todo el acumulado a extranjeros, paliaremos el descenso demográfico al que estamos abocados.
¿Cuáles son las pegas? pues la primera es que, ya lo hemos dicho, parece un plan un poco a corto plazo... ¿cómo controlar que no es una puerta falsa para mafias y personas ajenas a la UE? ¿por cierto, qué pensarán nuestros socios europeos? ¿habrá negocios paralelos con inmigrantes por parte de desaprensivos? Y ante todo, ¿no es esta una manera de inflacionar con una demanda falsa los precios de la vivienda que nos ha llevado hasta aquí?
Personalmente algunos no pensamos que sea subastar Sí interesa atraer inversión y población extranjera con recursos a nuestro país, podemos hacerlo con trabajadores alemanes como Carlos III o con rusos que paguen 160.00€, pero una idea así debería evaluarse en todas sus ramificaciones y no debería ser una idea de la noche a la mañana, -como da la impresión de ser- sino de una planificación estratégica a largo plazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario