Martes, 11 de septiembre.
No sé si será por el estado de ánimo que nos encontramos en general en la profesión o por lo que realmente temo que es... pero esta bienal está siendo muy muy normalita casi tirando a mediocre como hoy no se arregle la cosa.
Y es que la conferencia estrella de toooda la bienal (con permiso de Carmé Pinos y Navarro) fue sustituida por una entrevista con este mismo ponente. Hablamos sin duda del maestro Alvaro Siza, que por una rotura de brazo no ha podido venir a Cádiz. A esta entrevista por video, que algunos que llegamos algo retrasados no sabíamos si se trataba de una broma y en cualquier momento iba a aparecer el portugués por ahí... estuvo precedida por las palabras de Hernández de León, quien aparece mucho últimamente sin “acordarse” nadie de la jugarreta que se marcó en 2007 con el título .
Las dos mesas redondas de la sesión de la tarde fueron mucho más entretenidas, de nombre “edificios que transforman territorios”, la primera de las líneas temáticas de la tarde donde van haciendo zoom cada día con “edificios que transforman edificios” y “edificios que transforman ciudades”, aunque en mi opinión, la de las 20:00 h. tuvo un contenido más paisajístico y pedagójico, además de estar muchísimo más relacionado con Cádiz, el mar y el paisaje urbano-costero, al tratar los proyectos de la transformación del borde del Tajo en Lisboa (terminal de cruceros, Ribeira das Naus, etc), y el tratamiento de la conexión del Puerto con el pueblo de Malpica en Galicia, proyecto muy interesante al expresar que la mayor parte de los actos de la ciudad se concentran en la explanada del puerto, puesto que es el único espacio llano de la localidad. Si se hubiera hecho en este caso “caso” a las autoridades portuarias de “echar la verja” (cosa que podemos ver claramente en Cádiz), el pueblo moriría.
Propuestas muy paisajísticas y de tratamiento y puesta en valor con infraestructuras urbanas como el tranvía de Alicante que ya a la hora de la conversación (de nuevo no hubo turnos de preguntas, hecho que me parece gravísimo) el arquitecto Eduardo de Miguel aseguró que los arquitectos somos necesarios, pero tenemos que establecer una conversación con los demás profesionales para que ellos vean que somos necesarios y trabajamos en grupo, y nos complementamos.
De nuevo jornada muy muy descafeinada, con proyectos interesantes en su parte final, pero que sin duda los diálogos de los que hablaban en las inauguraciones de la bienal con la ciudad está brillando, tristemente, por su ausencia
© Flavia Bernárdez
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